Cuenta la leyenda que en una pequeña villa del litoral cantábrico, una Virgen apareció por la entrada del puerto en una pequeña embarcación sin remos, ni timón y sin un tripulante. Es costumbre celebrar esta aparición por todo lo alto, por eso se celebra la Folia en San Vicente de la Barquera.
El segundo domingo después de Pascua, la Virgen es llevada en procesión desde la Iglesia de Santa María hasta el puerto acompañada por las picayas con una parada obligatoria en la calle del Generalísimo para cantarla con una emotiva canción. La virgen es subida a hombros en un engalanado barco para sacarla a alta mar como es costumbre. A la vuelta, la Virgen es bajada otra vez a hombros para llevarla a la capilla de la Virgen de la Barquera hasta el año que viene. Para esta celebración, personas de muchos lugares de Cantabria e incluso de otras comunidades autónomas, se movilizaron para ver esta famosa fiesta de Interés Turístico Nacional.
La Folia, una fiesta de San Vicente de la Barquera, una fiesta que para cada pejín es algo muy importante, una fiesta donde podemos disfrutar de buenos momentos con los amigos, reírnos, gritar, en fin, pasarlo bien. En esta romería dedicada a la Virgen de la Barquera, realizada con todo el espíritu marinero, incluso participaron miembros de Hierrovista como picayos (portadores de la Virgen).
La Folia, una fiesta de San Vicente de la Barquera, una fiesta que para cada pejín es algo muy importante, una fiesta donde podemos disfrutar de buenos momentos con los amigos, reírnos, gritar, en fin, pasarlo bien. En esta romería dedicada a la Virgen de la Barquera, realizada con todo el espíritu marinero, incluso participaron miembros de Hierrovista como picayos (portadores de la Virgen).